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6 de octubre de 2010

Saludes

Corrincho (de corro) m? Reunión de gente despreciable. (María Moliner).

El lenguaje, como tantas otras cosas, recrea las relaciones de micro y macropoder en que nos desenvolvemos les seres humanes. En su forma macroscópica, el idioma español presenta un fenómeno que no existe en otras lenguas: La Real Academia de la Lengua Española. Esta institución colonial y colonizante sobrevive a la gloriosa independencia de México e ilustra la sutil dominación de que somes objeto. En su intento por tratar de limitar y regular el uso del lenguaje a les hablantes, demuestra por un lado su vocación deslegitimizadora y, por otro, su impotencia ante el ejercicio vivo de la lengua. Este hecho no representaría mayor problema si la dimensión microscópica del poder no reflejara en la subjetividad individual la asunción de estos dispositivos de control, asimilando las relaciones de poder desde el lenguaje y proyectándola en sus prácticas.

Hablando no se entiende la gente, se comienza a dominar. Esperames, entonces, romper con esta cadena de dominación comenzando con la intervención en el lenguaje y a través del mismo. Ante el desafío que representa la comunicación con estos antecedentes, nos preguntames cómo lograrla sin otorgar el dominio que busca la reproducción microscópica del poder. Es así que proponemes el uso crítico de las herramientas y medios que el propio poder ofrece, en este caso interviniendo, mostrando el revés de las cosas, dudando y reflexionando las palabras, suspendiendo las definiciones. En el ejercicio de pensar la denominada teoría queer proponemes hacer girar simbólicamente las representaciones que el lenguaje impone y circula en torno a le despreciable, le anormal, le pobre, le niñe, le joven, le vieje, le abyecte, le artistique, le femenine, le masculine, le etcétere.

Enmarcado en el lenguaje patriarcal, el uso de corrincho es masculino. Por nuestra parte, nos disponemos a desestabilizar el lenguaje como medio de dominación (sexista, racista, clasista, heteronormativo). El uso de la "e" será constante en nuestras emisiones con la intención de nombrar y englobar a todes quienes se consideren personas. Cuando sea necesario utilizaremos la "a" o la "o", partiendo de que la asignación sexual como mujeres u hombres no implica una categoría fija ni única ni biológica; por el contrario, es el ejercicio cotidiano de devenir cada quién a su gusto. Nos levantamos contra la heteronormatividad, que dicotomiza el mundo entre polos contrapuestos que se complementan artificialmente: hombre-mujer, priete-güere, buene-male, realidad-ficción, niñe-adulte, pobre-rique, occidental-nooccidental, decente-indecente; en fin, si se tratara de colores sería blanco y negro, perdiendo el matiz de los grises, morades, verdes, azules, naranjes, etc.

Así, el término corrinche parece en desuso, algo muy ilustrativo de nuestra época. Las reuniones, sean de gente decente o despreciable, están alienadas. Con todo, la gente decente se reúne a echarse unas chelas para después matarse en una vía de alta velocidad; se reúne para contarse chistes sexistas y homofóbicos; se reúne para comprarse las mejores garras del Palacio de Miedo; se reúne para chingarnos con un nuevo impuesto y una nueva reducción de presupuesto o para prohibirnos más cosas; se reúne para negarnos más derechos e izquierdos; se reúne para excluir a otres, para criticar la marihuana mientras se exceden con drogas legales para que grupos y fundaciones de almas caritativas se dispongan a sustituirles sus drogas por Dios; les más jóvenes y no tan jóvenes disfrutan reunirse en las sombras, en medio de un ruido ensordecedor, simulando reuniones y encuentros eróticos que juran amor eterno; la gente decente, en fin, se reúne para ampliar la liturgia en la forma de abuso sexual de cuerpos infantes.

Nosotres en cambio somes in (adaptades, convenientes, trépides, vertides, surrectes, sistentes, ventores, concines, alienables) y estames des (plazades, cubiertes, acatades, enfrenades, acorralades, acralizades, aherrojades, estimades, caudillades, dorades) y el único problema es que estames desarticulades pero nunca desahuciades. Le damos a las drogas nuestra medida, nes reunimes para jugar scrabble o tallerear nuestras ideas y conceptos, para apre(he)nder y desapre(he)nder, para encontrarle camino a nuestres intereses, para hacer política de baño, para ejercitarnes y reconocer nuestro cuerpo como memoria, nes movemes…

La reunión implica espacios, tipos de relaciones y objetivos que proponemes intervenir. Como ejemplo, desde las más clásicas discusiones feministas, lo público y lo privado aparecen como categorías de análisis fundamentales, nuestra intención aquí no es abordar a profundidad esta discusión; sin embargo, queremos denotar la histórica división de los espacios públicos y privados, los primeros destinados a los hombres en formas políticas, institucionales, jurídicas, sanitarias, laborales, educativas, etc.; y las segundas, en formas primordialmente familiares, a las mujeres. Para quienes aquí convergemes le personal es polítique. Le públique se vuelve privade y le privade públique, les límites y fronteras se desdibujan construyendo y reconstruyendo mundos en donde los hombres se domestiquen y las mujeres se emancipen, sin que esto signifique para unas y otros la pérdida de su identidad.

Por todo esto, afirmamos que somes utopiques y queremes devenir cuerpo. Nuestra propuesta se construye en torno a la experiencia trans, entendiendo por trans el paso o cambio, a través de, de un lado a otro, trastocando nuestra realidad. Para nosotres, compartir es un ejercicio fundamental en la reunión, pero no compartir para el autoengaño y la autocomplacencia, pues deploramos del cebollazo. Cuestionames las certidumbres para girar en torno al sinsentido. Es a partir de la aparente nada que podemes construir y recontruir, regenerar, recrear, resignificar el mundo. Lo anterior se reflexiona desde nuestra experiencia y no desde nuestra sapiencia. Queremes trastocar el uso corriente de conocimiento para confirmar que no somes intelectuales, y aunque no despreciames el saber, nes preguntames ¿saber para qué?, ¿cómo saber?, ¿desde dónde? Partimes de que todes sabemes, albergames saberes originados en nuestras múltiples experiencias identitarias y considerames que la comunicación de les saberes y experiencias pueden tender puentes y redes que nes permitan tener el poder para sí, para nes.

Es así que en este espacio de encuentro entre desencuentros abyectos y marginales, el cine, la música, la escritura, la investigación, el medio ambiente, los cuerpos, las sexualidades, las generaciones, los oficios, las actividades y profesiones tienen lugar, siempre y cuando cada ejercicio expuesto se encamine a la apropiación del para sí. Confiames, pues, en que compartiendo de este modo nuestras experiencias y saberes podemes intervenir e intervenirnes, aprendiendo que esta es una manera de comenzar a transformar el mundo. Empero, no esperames devenir autómatas, es decir, no es nuestra intención imponer normas en el lenguaje, prácticas, etc., sino provocar la reflexión en torno a las cuestiones expuestas. De manera que el uso de la “e”, como otras prácticas, es opcional, siendo bienvenidas todas las discusiones al respecto y otras propuestas escandalosas. En este foro, esperamos escuchar todas las voces haciendo suya la palabra-experiencia, palabra-memoria, palabra-saber-hacer-decir lo propio.

1 comentario:

Germinal Cuerpo Escénico dijo...

hola hermano. me da gusto saber de ti y que te sigues organizando. espero verte pronto tu carnañ jonathan